Hacer un safari a pie es una experiencia muy diferente, no sólo tendrás que llevar a cabo un mayor esfuerzo físico sino que también deberás extremar las precauciones para no sufrir ningún percance debido a la proximidad de los animales salvajes.
Sin embargo, un safari a pie es algo que no está al alcance de todos. Por ejemplo, si viajas con niños deberás tener en cuenta que los menores de 14 años no pueden participar en esta clase caminatas. Y algunas veces, esta limitación se extenderá hasta los menores de 16 años.
Ir por la sabana andando te permitirá apreciar el paisaje africano desde un punto de vista totalmente diferente. Eso sí, en este tipo de rutas se hace especialmente importante que respetes en todo momento las directrices sobre qué no debes hacer en un safari. No puedes esconderte detrás de la cámara de fotos sin prestar atención a lo que ocurre a tu alrededor porque un paso en falso puede desembocar en un accidente indeseado. Obedece las indicaciones de tu guía y no te despistes.
En suma, hacer un safari a pie es una experiencia inmersiva durante la cual podrás observar plantas y animales de primera mano. Te sentirás como un auténtico explorador rodeado por la naturaleza más exótica.